Cada vez que te hablo y me tratas como una extraña me importa menos.Cada vez que haces como si todo este tiempo no hubiera transcurrido...sigues perdiendo valor para mí.Al final, y aunque me duela, acabarás por convertirte en esa moneda de 2 céntimos que nadie se molesta en recoger del suelo porque, simplemente, el esfuerzo por agacharse no merece la pena.
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